Revisando informaciones por internet, me he encontrado con esta entrevista al grande de Alexey y como me parece que merece la pena leerla, os la pongo aquí por si os interesa. Ahí se ve porque era tan grande. 
En tu memoria donde estés amigo... 

“Nosotros, los rusos, tenemos muchas tradiciones heredadas de los militares. Rusia es un país que ha participado en guerras y por eso es normal que nos haya quedado algún resquicio.
Desde que nacimos nos han dado una educación colectivista por el comunismo. Lo hemos hecho siempre todo unidos; hemos ido juntos a la guardería, luego al colegio, luego al trabajo… siempre juntos, como un colectivo.
Por eso no fuimos héroes al ayudar a Iñaki, lo hicimos porque sentimos que éramos un equipo. Y lo importante, al fin y al cabo, son las personas.
Las montañas por sí mismas no significan nada, son sólo piedras y hielo. Quien les da vida es el ser humano al subirlas y hablar de ellas; al vivirlas les da entidad.
No podría decir que el montañismo en sí es un deporte, porque aquí no hay mejores o peores. Esto no son los juegos olímpicos donde uno es más rápido por tres segundos o porque ha saltado dos centímetros más. Aquí lo importante es que cada uno sea consciente de los límites de su cuerpo.
Además, la fama que consigues con el deporte, para el alpinista no significa nada. Eso que llaman ‘gloria’ para el alpinista no existe. Esto no es fútbol o tenis. No da dinero.
Por eso no vamos ahí arriba en busca de éxito, vamos porque es lo que nos da vida.
 ”
Alexey Bolotov


Picos de Lliterola y Crabioules Occ.

Volvería 1 y mil veces a Benasque para recorrer sus valles y ascender sus cimas. Y es que a pesar de los destrozos de las lluvias primaverales Benasque es un autentico paraíso.

Y allí nos vamos, otra vez al valle de Remuñe para ascender al circo de Lliterola y subir varios picos. Pero esta vez la montaña se muestra más amable que hace ya un tiempo, cuando la niebla, la nieve y las gélidas temperaturas nos hicieron una pequeña faena en pleno mes de junio... y es que en el monte uno nunca se puede confiar.

Esta vez el tiempo nos respeta y es bastante más benevolo, aunque como nuestra intención es dormir en pleno Pico Royo y éste tiene más de 3000 mts, la temperatura y sobretodo el viento nos dan un poco de guerra.

Pero por contra disfrutamos de esos atardeceres que difícilmente podrán olvidarse y caminamos mucho más cerquita del cielo.

Aguja en la zona del Mail Pintrat a la entrada del valle de Remuñe.

Ibón de Lliterola y Picos de Crabioules al fondo.

Picos de Crabioules.

Paredones en el Maupas.

poesía en lo alto del Perdiguero...

Posets desde el Perdiguero.

Grand Vignemale y su gran glaciar desde el Pico Royo. Delante los paredones del crestería del Bachimala.

Pico y glaciar del Seil de la Baque.

Ibón de Lliterola delante del Aneto.

Pico Lezat.

La mole del Perdiguero.

Pico de Maupas al atardecer y Pico de Boum ya a la sombra de éste.


Nuestra pequeña habitación de lujo.

Las luces se apagan en el Aneto y las sombras se apoderan del valle de Lliterola.

Ultimo resplandor.

Region francesa de Bigorre.


Por la mañana y después de una noche bastante ventosa nos despertamos con unos visitantes un poco pájaros. Varios parapentes se lanzan al valle de Espingo desde la misma cima del Pico Royo en un vuelo que sin duda tiene que ser impresonante.


Lago del portillón.

Cresteando en el Pico de Lliterola.

Llegando a la aguja de Lliterola.

Lezat y Quayrat.

Y nuestro próximo objetivo, el Crabioules.

Afiladisimas crestas en el el Crabioules desde la cima Oriental.

Y ya en el descenso, Picos de Alba desde Remuñe, paradisíaco valle.

Y una última mirada a atrás. Hasta la próxima.