Escalada en Bachimaña

Después de nuestra visita al Tien Shan hemos seguido con la actividad, pero me ha pillado el toro y se me ha formado un buen tapón. Así que voy a empezar con la primera entrada de nuestras montañas tras la vuelta.

Aprovechamos Eneko y yo un día tonto que nos queda libre, para escaparnos a Panticosa y subir al refugio de Bachimaña escalando las vías que abrieron los de Sendero Límite

Son 4 zonas de escalada independientes unas de otras que se encuentran en el camino de Bachimaña y que hacen muy entretenida esa subida al refugio. Entre medio de ellas, hay ratos en los que hay que calzarse las botas y caminar entre 15 y 30 minutos, pero aun así la escalada es muy continua y se hace muy ameno. 

La primera zona de escalada es la vía del Nano, que se inicia tras el refugio de Bachimaña y que consta de 3 largos de IV y Vº grado (pasos muy puntuales). La segunda zona de escalada es el espolón del Rebollón de otros 3 largos y un pasito un poco incómodo de Vº que extraploma un poco pero con buenos agarres. Después viene la arista de Mowgli. Ese es el tramo más fácil de escalada, hay unas placas lisas pero bastante tumbadas y sencillas. Por último y tras caminar hasta el rellano que hay bajo la cascada del fraile, queda el último tramo y más mantenido, el espolón del Pino y sin duda es el más elegante. También son pasos puntuales de IV y Vº. Todo ello muy bien equipado con parabolts.

Llevo mucho tiempo sin escalar (calculo que unos 2 años sin ponerme los pies de gato) y estoy un poco oxidado, pero al amigo Eneko le veo como una lagartija y creo que subimos bastante ágiles y lo que es más importante, disfrutando mucho. Sin duda una actividad muy recomendable y para disfrutar.



 Eneko en el Rebollón

 En las placas de la arista Mowgli

 En el espolón del Pino

Eneko en lo alto del espolón del Pino

El espolón del Pino en el centro entre el sol y la sombra 

 En la arista de Mowgli

En lo alto del espolón del pino

El esfuerzo tiene su recompensa y en el refugio de Bachimaña nos tomamos una de las cervezas que más he disfrutado en la vida (y mira que han sido muchas). Sin duda esos pequeños momentos son los que dan sentido a todo...