Después de nuestra aclimatación por el valle del Khumbu y la ascensión del Island Peak llegamos al campo base del Lhotse, donde tras descansar un par de días nos ponemos manos a la obra para ir equipando los campos de altura.
El campo 1 nos lo saltaremos ya que se encuentra en un sitio relativamente expuesto a las avalanchas a la entrada del Valle del Silencio. Además preferimos hacer una estapa más larga yendo directos del base al campo 2.
La estrategia es hacer solamente una ronda de aclimatación para pasar una sola vez por la cascada del Khumbu, que es un sitio tan extremadamente bonito como peligroso. Así que salimos temprano aun de noche y ascendemos parte de la ruta aun de noche para intentar minimizar el ruiesgo de avalanchas.
Este será el día que más tráfico encontraremos en la ruta y poco a poco vamos adelantando a otras cordadas y se va haciendo de día.
Encontramos mucha gente en este tramo
Después ya se va despejando el asunto...
Pasamos junto al emplazamiento del campo 1
Y nos adentramos en el valle del silencio con el Lhotse de fondo, a la izda el Everest y a la dcha el paredón del Nuptse
Llegamos al emplazamiento del campo 2
A 6300mts montamos el campo 2. Es una zona en la que hay muchas tiendas y campamentos de las muchas agencias que hay ascendiendo principalmente al Everest. Se trata de una especie de campo base avanzado ya que la mayoría de las agencias instalan ahí un campamento similar a lo que sería un campo base con cocinero y servicios parecidos a los de un campo base. Nosotros como vamos en un plan un poco más precario tenemos tienda pero poco más...
Descansamos una noche y al día siguiente seguimos camino al campo III a 7100mts para dejarlo equipado de cara a nuestro ataque a cima.
Camino al campo III, detrás se ve el campo 2
Con la pared del Lhotse enfrente
Una vez en el campo III nos esmeramos en buscar un lugar donde poner la tienda. El terreno es muy empinado y cuesta bastante realizar una plataforma en el hielo porque además los lugares más confortables han sido ya previamente reservados por las grandes agencias comerciales. Tallamos la plataforma lo que nos lleva entorno a una hora. El tiempo va empeorando y en cuanto terminamos nos vamos para abajo.
Las vistas del valle del Silencio son espectaculares
El Everest justo encima
Rapidamente nos vamos para abajo, el tiempo cambia rápidamente
Una vez en el campo base ya solo queda esperar una ventana de buen tiempo. Es el periodo de más tensión porque no estás seguro de que la ventana para cumbre vaya a ser buena y no te quieres equivocar.
Pero ese año la verdad es que el tiempo bastante bueno y cuando llegó el momento parecía claro que la ventana iba a ser buena, lo que nos dio bastantes garantías. Nosotros nos encontrábamos fuertes y seguros de nuestras posibilidades.
Así que después de esperar la llegada de la ventana, salimos camino a la cumbre del Lhotse. Segunda vez que atravesábamos la cascada del Khumbu y todo fue bien y sin contratiempos. En esta ocasión y con una mejor aclimatación, nos costó bastante menos llegar al campo 2.
Nuevamente superamos la cascada del Khumbu
Con el Pumori de fondo
Cerca del Campo 2
Descansamos un día entero en el campo 2 y al día siguiente salimos para el campo III.
Superando la rimaya hacia el campo III
En el campo 3 pasamos el resto del día. Dentro de las tiendas hace muchisimo calor y ponemos el saco sobre la tienda para hacer un pcoo de sombra y no pasar tanto calor. En algún campamento de altura hemos llegado a medir temperaturas cercanas a los 40ºC.
El día siguiente resulta clave, ya que subimos al campo IV a 770mts. Un campo de altura muy elevado. Llevamos muchos peso encima ya que vamos solos sin el empleo de sherpas de altura. Además ese día del campo 3 salimos muy tarde y llegamos al campo IV después de 7 horas y demasiado tarde. Allí nos pegamos unas 2 horas preparando una plataforma donde montar la tienda.
En la tienda del campo 3
Atardecer en el campo III
Subida al campo IV
En el campo IV dormimos lo que podemos que es muy poco. La tarde anterior llegamos tarde y nos metimos en el saco ya tarde, después de comer y beber un poco pero mucho menos de lo recomendable. A pesar de ello nos levantamos sobre las 1:00 am para el ataque a cumbre. Desayunamos, nos preparamos y salimos para arriba de los últimos del grupo de unos 15 alpinistas que ese día nos dirigimos a la cumbre del Lhotse.
Poco a poco vamos ascendiendo hasta que nos sorprende el amanecer entrando en el corredor del Lhotse a unos 8100mts. El resto de alpinistas ascienden con oxigeno, pero no perdemos distancia respecto a ellos, lo que nos da bastante moral.
La noche se ha hecho dura, pero amanece y eso nos renueva las fuerzas
Y la vista del Himalaya como esta imagen del Cho Oyu son espectaculares
Poco a poco y sufrfiendo para ganar metro a metro, especialmente a partir de los 8300mts nos acercamos a la cumbre, a la que llegamos en buena hora.
Y la foto de la cima
EL Everest desde la cumbre del Lhotse
EL descenso lo hacemos super rápido después de pasar entorno a media hora en la cumbre, Bajamos al campo IV y bebemos algo. Queremos bajar de ahí lo antes posible ya que pasar allí a 7700mts otra noche no está en nuestros planes. Muy cansados pero con la energía que nos queda desmontamos y bajamos hasta el campo 2 donde por fin podemos pasar una buena noche, con la tranquilidad de haber dejado detrás la pared del Lhotse y muy contentos con la cima conseguida. Aquí comenzamos a saborear el momento de la cumbre, pero aun queda bajar la peligrosa cascada del Khumbu.
Y al día siguiente bajamos al campo base. La mayoría de los alpinistas lo hacen sin embargo en helicoptero y bajamos practicamente solos al base... Será la modernidad, pero sin duda es una manera de hacer montaña que no encaja con nuestra filosofía y desde luego muy criticable desde nuestro punto de vista.
Pequeño descanso en el descenso de la cascada del Khumbu
Llegando al campamento base
Al día siguiente descansamos en el campo base pero casi sin tiempo iniciamos el terkking de vuelta a Lukla. El treking de regreso ta Lukle con tónica parecida... Un constante trasiego de helicopteros que llevan a los clientes a Lukla o a Katmandu, evitando realizar el trekking de descenso hasta Lukla.
Una pena esa nueva forma de turismo de montaña, ya que aparte de una forma poco sostenible de moverse supone una falta de respeto y consideración hacia los sherpas que habitan el valle del Khumbu y que ven como en lugar de pasar montañeros que dejan un poco de riqueza en el lugar, el personal prácticamente huye del lugar llenando únicamente las arcas de la grandes empresas propietarias de los helicopteros.
