CARLIT 2921 mts - CADI - PUIGMAL 2910 mts
Esta vez y aprovechando los días de la semana santa nos vamos a la zona de la Cerdanya. La verdad es que la elección del destino la hacemos por criterios climatológicos, pero además nunca hemos estado en esta parte del Pirineo, que queda muy lejano, razón de más para irnos para allá. La verdad es que la elección resulta perfecta ya que además de disfrutar de un relativo buen tiempo, es una maravilla de lugar.
Y para iniciarnos en esta zona nos vamos al Pico Carlit, el más alto de la Cerdanya y una autentica joya. Nos decidimos a ascender por el valle de Lanós (o Lanoux) y partimos para ello de la localidad francesa de Porté Puymorens. Una pista asciende al paraje "passet" desde donde se incia el camino que se dirige al refugio de los ingenieros. El ascenso es suave y el paisaje una preciosidad por un extenso bosque de pino silvestre, que encontramos recien nevado, ¡¡parece que estamos en Alaska!!. La reciente nevada dificulta el avance pero el paisaje es sencillamente espectacular.
Precioso bosque de pino silvestre en el valle de Lanós o Lanoux.
El frío de la noche ha dejado congelados los árboles de los que cuelgan abundantes gotas de hielo.
Llegando al refugio de los ingenieros nos sorprenden los primeros rayos del sol.
Y tras un buen rato abriendo una buena huella y sufriendo de lo lindo, nos acercamos al Pico Carlit, que nos muestra imponente su cara oeste, por la que discurre la ruta. El corredor de ascenso es evidente.
En el ascenso del corredor el terreno se inclina entre los 30 y los 40º. El ascenso es seguro, pero hay que tener cuidado en caso de riesgo de avalanchas ya que el canal es un embudo perfecto.
Y tras el corredor, ascendemos a la cima que queda muy cerca. Disfrutamos del fin del ascenso, pero nos vamos rápido para abajo porque se están formando nubes de tormenta.
Desandando la ruta.
Incluso el descenso se hace laborioso. El calor ha ablandado la nieve.
Y echamos un ultimo vistazo a la montaña ascendida.
Valle de Lanoux, esplendido.
Al final las nubes que se han ido formando sobre nosotros, descargan una suave pero persistente nevada.
Y el pronostico del tiempo no era del todo bueno y además se cumple, como debe ser y el día siguiente amanece de lo más desapacible que se podía esperar. Nos vamos pues para Andorra a pasar el día y por la tarde el día despeja y nos regala unas bellas vistas de la sierra del Cadí, donde nos damos un paseito. Un lugar obligatorio de visitar.
La sierra del Cadí es el unico sitio del mundo en el que he visto crecer chupetes de los árboles.
Nos queda un día por disfrutar de estas montañas pero estamos cansados y no queremos pegarnos otra paliza como la del Carlit, por lo que decidirmos irnos para el Puigmal. Al atardecer disfrutamos de unas bonitas vistas del Carlit.
Y por la mañana ascendemos al Puigmal, siguiendo la cresta del Puigmal de Llo. Una ruta sencilla y no muy exigente. Omito fotos desde la cima, ya que por desgracia está bastante degradada por la presencia de cruces, señales y banderitas varias. Mejor nos iría si todo eso estuviese donde le corresponde y no en la cima de una montaña, una pena...
Y al abandonar el lugar un último vistazo atrás para ver el Puigmal, otro de los grandes de la Cerdanya un lugar que sin duda merece la pena visitar.
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