Alpes verano 2020

    Después del periodo de confinamiento y tras varias salidas por el Pirineo más cercano, decidimos acercarnos a los Alpes, ya que parece muy poco probable que podamos hacer un viaje a lugares más lejanos...

    Así que nos acercamos al macizo de Ecrins, con el objetivo de hacer la Barre de Ecrins y la travesía del Pelvoux. Años atrás, ya intentamos ascender la Barre, pero bien la inexperiencia o por el mal tiempo, tuvimos que conformarnos con el Dome de Neige. También en esa otra ocasión, realizamos la ascensión del Pelvoux, pero en ésta combinaremos la ascensión por el refugio de Pelvoux y el corredor de Colidge, con el descenso por el glaciar de Violettes que parece ser espectacular.

    Viajamos directamente hasta Aillefroide y una vez allí, ascendemos al refugio de Pelvoux, en algo más de 2 horas y media. El valle que asciende al refugio de Pelvoux es precioso y está lleno de colorido por las abundantes flores.






    En el refugio, nos resulta extraña la situación, coincidiendo con la pandemia que vivimos y después de tanto tiempo encerrados en nuestros hogares. Intentamos mantener distancias y emplear la obligada mascarilla y el gel de manos. Una situación a la que habrá que acostumbrarse. El refugio se encuentra en un balcón espectacular y disfrutamos de una tarde preciosa.

   Por la mañana siguiente comenzamos muy temprano sobre las 03:50 de la madrugada en dirección al glaciar de Sialouze. Hace frío y a nieve está en perfectas condiciones. El corredor se inicia con una inclinada ladera que va encajonándose entre las rocas en la parte superior y tiene unos 500 metros de desnivel a unos 40-50º de inclinación y lo encontramos con nieve dura en buenas condiciones.  

    En algo menos de 3 horas estamos en la cumbre coincidiendo con el amanecer, uno de los más bonitos que recuerdo. La luna llena se oculta tras el horizonte por el Oeste, mientras por el Este sale un sol radiante.




Comenzando el corredor Colidge

Amanece mientras la luna se oculta por el horizonte

En la parte superior del corredor

Amanecer con el Weisshorn de fondo

Y el gigante, el Mont Viso hacia el sur

Imponente la cara Sur del Barre de Ecrins desde la punta Puiseux

La Meije

La punta Puiseux (principal) desde la Durand, a la que ascendemos después

Descendiendo por el glaciar de Violettes

    El descenso por el glaciar de Violettes tiene su complejidad y por eso es importante comenzarlo temprano. hay que localizar una serie de destrepes y rapeles y lleva su tiempo. El sol incide de forma muy importante en esa vertiente y la nieve se reblandece muy rápido.

    Después de un primer rapel más o menos evidente de unos 38 metros, se desciende por una cresta de nieve hasta que ésta se vuelve rocosa y escarpada y hay que destrepar por rocas bastante inestables hasta llegar a una reunión con pitones. Nosotros rapelamos de ahí, pero es preferible destrepar hasta una brecha cercana para encontrar unos rapeles más pequeños que discurren encajonado en una canal. Desde nuestra reunión el rapel tiene unos 60 metros con tramos volados, así que mejor tirar de la otra opción... Después hay un tramo de glaciar y otro rapel que nos deja ya en los neveros inferiores.
    
    Y de ahí, aun queda bastante para bajar hasta Aillefroide. La última parte se nos hace eterna por el cansancio y el sendero incluye continuas zonas con destrepes pero después de algo más de 8 horas de actividad, llegamos al camping de Aillefroide de donde salimos el día anterior.


Primer rapel

Destrepe entre el primer y el segundo rapel

Glaciar de Violettes


    Nada más bajar a Aillefroide, nos preparamos porque mañana subiremos al glaciar Blanc para ascender al día siguiente el Barre de Ecrins. La meteo es muy buena para los siguientes dos días y tenemos que aprovecharlos.

Así que casi sin descanso, hacemos las mochilas y subimos al glaciar para montar la tienda que ponemos en unas morrenas laterales a apartadas de la ruta normal. Salimos tarde y hace mucho calor. La mochila es considerable ya que llevamos todo lo necesario para 3 días y el ascenso se hace duro después de la ascensión al Pelvoux. 

Subida al glaciar Blanc con el Pelvoux de fondo

Hacia el glaciar Blanc

El pelvoux entrando en el glaciar Blanc

Y nuestro objetivo, el Barre de Ecrins

    Salimos a las 4:20 horas, un poco más tarde de lo que nos gustaría y poco a poco vamos adelantando a otros alpinistas que han comenzado la ascensión en el refugio de Ecrins. En esta ocasión evitamos el refugio para evitar coincidir con otros montañeros y reducir el riesgo de contagio del dichoso coronavirus, pero subir en este estilo también se hace más duro y estamos algo cansados.

El Barre al final de la noche


    Y poco a poco la vertiente Noreste del Barré se va encendiendo con la luz del sol y los seracs se tiñen de un color naranja precioso. La nieve está bastante dura y la pendiente nos va destrozando las piernas, especialmente los gemelos y vamos adelantando a grupos de gente.
 


Bajo la parte final del Barre de Ecrins

Y en la cima del Dome de Neige

    Decidimos ascender primero el Dome de Neige y después dirigirnos al Barre. Pero tras la primera cumbre y cruzar la rimaya que asciende hacia la cresta del Barre, encontramos unas secciones de hielo azul, que nos impiden el paso. Hemos cometido un error importante, porque solo llevamos un piolet y 2 tornillos de hielo y subir por allí en esas condiciones resulta cuanto menos temerario (y mucho más pensar en bajar después), así que con mucha pena y rabia, decidimos renunciar a la cima del Barre de Ecrins.

    Habrá que volver otra vez... El lugar es precioso y seguro que no nos importará hacerlo, pero en ese momento es un palo importante.


Bajando del Dome de Neige hacia el Barre


    Después de bajar al glaciar Blanc, decidimos ascender encadenando el Roche Faurio y tras eso bajamos al lugar en el que tenemos la tienda de campaña, recogemos todo y bajamos a Aillefroide con un calor sofocante. En total más de 10 horas de actividad que nos dejan exhaustos. 



El Barre de Ecrins desde el Roche Faurio













2 comentarios:

  1. Que guapos esos colores naranjas...

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    1. Gracias David! La verdad es que ese amanecer con el sol incidiendo en los seracs es precioso. Abrazos!

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