PEÑA DE IZAGA

Hace muchisimo tiempo que no voy a Izaga, quizás demasiado y la montaña está muy cambiada desde mi ultima visita la primavera pasada. El pasado 23 de julio un terrible incendio, ayudado por la incompetencia de "algunos", provoca que 825 hectareas de monte queden calcinadas.

En muchas ocasiones había ascendido a Izaga por esos lugares que en algunos puntos ya no es más que un cementerio de cenizas y la impotencia es grande. He ido de noche, para no ver demasiado, pero aun así la imagen es horrible, ya me habían avisado.

Con la luz mortecina de mi frontal voy recorriendo lo que antes eran preciosos parajes de bojes y hayas y ahora solo son restos de cenizas y troncos ennegrecidos y sin vida. No se adivina ningún resto de vida en el lugar, ni pajaros, ni roedores, ni jabalies, ni ciervos, nada de nada y así será por mucho tiempo.

La humedad de una noche de noviembre, se junta con el olor a cenizas, a hojas secás y a tierra quemada, dando lugar a un olor que resulta incluso desagradable, olor a muerte en el bosque. La erosión provocada por el incendio avanza y no hay signos de recuperación. El lugar no volverá a ser el mismo.

Contaminación luminica de Pamplona
Las estrellas aun siguen en el cielo

Restos calcinados de un boj junto al camino
Restos calcinados de lo que antes eran frescos hayedos

No hay comentarios:

Publicar un comentario