BROAD PEAK 8047 mts (VIª Parte)
Se nos acaba el tiempo y la meteorología no mejora, por lo que con mucha pena y cierta pereza, Uxue y yo hacemos un ascenso "rápido" para desmontar el campo II y bajar al base. Realizamos el ascenso rápido y con muy buenas sensaciones en el cuerpo, lo que hace aumentar nuestra sensación de pena por no haber podido atacar la cima. Tardamos unas 7 horas en recorrer el camino del base al campo II y no sin ciertas peripecias. Antes de llegar al campo I, las pasamos "canutas" cuando vemos como se precipitan desde la parte superior varias piedras de grandes dimensiones. Vemos bajar las piedras a gran velocidad por el nevero helado y nos pegamos a una roca para intentar protegernos del impacto. Las piedras pasan muy cerca y a gran velocidad y alguna de ellas se parte en mil pedazos contra las rocas, golpeandonos algunos pequeños fragmentos sin mayor consecuencia. Las piedras las tira otro montañero que desciende con poco cuidado y me acuerdo de toda su familia y sus antepasados. Más vale que por lo menos cuando pasa a nuestro lado, se digna a pedirnos perdón...

El amanecer nos muestra sus luces en la arista del Chogolisa.
La sombra del Broad, como un fantasma sobre nuestras cabezas.
Subiendo al campo II.
Esta nube en la cumbre del Broad denota viento en altura, como casi todos los días.
 Uxue cerca del campo II.
Y yo con el baltoro al fondo, el K2 entre las nubes. 
EL Baltoro, nos despedimos de estas vistas en el campo I.
Tras recoger nuestras pertenencias descendemos al base, aquí ya en la morrena glaciar.

Una vez recogidas las pertenencias, organizamos el regreso que realizamos por otra ruta diferente a la usada para el ascenso, a través del GoronGoro-La. El regreso es precioso y en la primera etapa recorremos la inmensidad de hielo del Baltoro, hasta el Ali-Camp. Poco a poco nos vamos alejando del Broad y del resto de los gigantes del Baltoro, que terminan despareciendo en la lejanía.

Recorriendo la cabecera del baltoro.
Ali-Camp

En la segunda etapa debemos ascender al collado de Gondogoro de 5700 mts. Para ello empezamos muy temprano, sobre las 23:30h de la noche. Realizamos el ascenso por el glaciar en una noche absoluta, la luna debe estar escondida, y no podemos disfrutar de las magnificas vistas del lugar. Nos guiamos por la pequeña luz de nuestros frontales y vamos siguiendo a un baltí que se encarga de guiar los grupos por este paso y que consigue cabrearnos con su ritmo desigual con continuos tirones y paradas en la fría noche. Algunos de los porteadores caminan sin luz y con unas prendas de vestir mas que deficientes para un lugar así. En ocasiones nos hundimos en la nieve y cruzamos numerosas en la oscuridad de la noche. Finalmente llegamos a las cuerdas fijas y ascendemos el último tramo serpenteando entre gigantescos seracs que se intuyen entre la oscuridad. Una vez en el collado debemos bajar  el larguísimo glaciar y seguir el valle hasta la localidad de Hushe.
Llegando al Gondogoro.

 Una vez en el collado, el tiempo empeora y el amanecer nos regala otra perla de día, que por otra parte ya preveiamos . A pesar de ello disfrutamos de buenos ratos en esta etapa que dura 12 agotadoras horas. La bajada del GondoGoro por el otro lado es peligrosa por el riesgo de caída de piedras y caminamos juntos para reducir el riesgo.

 Desde el Gondogoro-La el glaciar de Gondogoro, cabecera del valle de Hushe, antes de comenzar a nevar.
El impresionante Laila Peak en el descenso hacia Hushe.
Durante este día recorremos todo el glaciar de Gondogoro en direccíón Hushe. La jornada es maratoniana.
Al día siguiente solo quedan 3 horas a Hushe. Ya en el valle el paisage glaciar que nos ha acompañado este mes acaba y empiezan el polvo y las piedras.
En la localidad de Hushe aparece un pequeño vergel en este desierto de roca. 

En Hushe nos recibe la población con un gran calor humano, en especial los niños, que corretean y rien alrededor nuestra. Allí visitamos el Refugio Albergue de Hushe, que forma parte de un proyecto de cooperación con esta localidad impulsado por TVE-Al filo de lo imposible y el Gobierno de Aragón. Este proyecto lucha por sacar de la miseria a varias poblaciones situadas en esta zona del Karakorum y a las que la ayuda oficial no llega. Con esta ayuda y la propia lucha de los baltíes, estas localidades se han convertido en las más emprendedoras de la región de Baltistan, a pesar de las grandes dificultades que encuentran sus gentes para avitar esos remotos lugares.


Imagenes del valle de Hushe, camino a Skardu.
Y terminamos nuestras andanzas por Pakistan visitando el mercado de Rawalpindi, donde los olores y el gentío se mezclan en un absoluto desorden poor sus calles, esto es Asia Pura. 
Sobrevolando las arenas del desierto de Arabia. La vista se extiende al infinito... hacia nuevos horizontes. 

1 comentario: