Aprovechando la situación de confinamiento voy a actualizar algunas entradas que ya se habían quedado en el baúl de los recuerdos. Ahora mismo está claro que lo prioritario es seguir las indicaciones de las autoridades para superar la situación tan crítica para la salud pública y esperar que todo se pueda solucionar en el menor tiempo posible, aunque no hay duda de que esto va para largo...
De todas formas y antes de empezar con la entrada, no quiero perder la oportunidad para comentar varias cosas de las que me he dado cuenta en las últimas horas. Tras la declaración del estado de alarma y en el inicio del periodo de confinamiento por el coronavirus, he visto comentarios en diversos Blogs y especialmente sobre la noticia de un accidente de montaña que me han llamado mucho la atención (al accidentado por estar en el monte el sábado, que no estaba prohibido realizar actividad de montaña, más menos habría que lapidarlo).
Me parece increíble la facilidad que tienen algunos para juzgar y para criticar a los demás sin conocer los más mínimos detalles y muy, pero que muy, a la ligera. Más nos valdría en este país (o igual debería decir en este puto mundo que habitamos) mirar bien nuestro interior antes de juzgar o criticar a los demás. Previamente al inicio de estas medidas, algunos decidimos irnos a la montaña a pasar el último fin de semana (entre otras cosas porque era algo que todavía no estaba prohibido) y no creo que eso sea más censurable, que ir todos en tropel al supermercado a terminar con todas las existencias de papel higiénico o de patatas. Sin duda el riesgo de contagiarte y de contagiar a los demás es bastante mayor ahí, que en las montañas en las que no hemos visto un alma en 2 días... Ni que decir tiene el haber asistido a manifestaciones hace 4 días, o haber estado en estaciones de esquí, bares, estadios de futbol etc, etc, etc... cuando se conocía perfectamente el problema que había a nivel global, así que lecciones las justas. Los más susceptibles con este asunto, que me perdonen pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Ahora una vez iniciado este periodo, lo que está claro es que hay que cumplir con las restricciones y quedarse en casa con las labores que cada uno desee.
Otro asunto que quería comentar es la noticia aparecida en prensa y relativa a que el seguro de la FEDME no cubre accidentes de montaña durante este estado de alarma y con lo que me perdonen, pero no estoy en absoluto de acuerdo. Una cosa es que uno esté haciendo actividad de montaña en un momento en el que está prohibido, lo que podrá conllevar una sanción por incumplimiento (hasta 600.000 €) y otra muy diferente que el seguro no cubra ese accidente, pero bueno, allá cada cual y que la federación diga lo que quiera... Veremos en caso se darse ese caso lo que dicen los tribunales, pero que me diga alguien a mi en que punto del condicionado de la póliza se afirma eso, así que desde mi humilde opinión eso es una soberana chorrada. Creo que ya se porqué desde hace mucho tiempo que tengo otro seguro privado diferente al de la FEDME... En cuanto a eso que algunos dicen de que si tenemos un accidente podemos saturar la sanidad pública en un momento crítico, pues que me perdonen algunos también, pero al lugar que acudimos a través de un seguro privado es también privado. Si tenemos un accidente puede que gastemos recursos como los pueden gastar otros según sus circunstancias personales, profesionales y de cualquier otro índole, que nadie es titular exclusivo de las prestaciones disponibles en este país... si bien es cierto que es momento de ser RESPONSABLE (siempre... no solo para criticar los demás).
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Y después de comentar esas cosillas, me pongo con la entrada del pico Orriste. En el mes de enero y ya en una situación de mayor libertad tras el letargo del último año, nos escapamos a la Selva de Oza para ascender hacia el pico Lariste.
Ha nevado recientemente y la estabilidad de la nieve es escasa, así que optamos por seguir el camino hacia el puerto del palo y una vez en el paso del Mallo Añarón seguimos lomo Suroeste que lleva sin dificultad al Pico de Orriste y que consideramos bastante seguro.
Únicamente debemos tener cuidado con algunas cornisas que miran hacia Oza y volvemos por el mismo itinerario. Después del año de relativo parón, la ascensión me resulta deliciosa.
El día está bastante cerrado y aunque en principio parece que va a mejorar, no podemos disfrutar en la cumbre de ese sol que se había anunciado.
Castillo de Acher de telón de fondo
Las nubes provocan juegos de luces y sombras
Cornisas ya en el lomo que lleva a la cumbre
Espectacular estampa de la sierra de Alanos
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