Al incio del mes de febrero y ya retomando un poco de constancia en nuestras salidas por el Pirineo, nos escapamos al valle del Cinca a la zona de Ainsa.
El sábado comenzamos muy tarde, sobre las 12h, así que nos dimos una vuelta por el monte Sestrales desde la ermita de San Úrbez. La ascensión es bastante larga y las condiciones de la nieve a partir de los 1800 metros no eran demasiado buenas, así que cuando llegamos a las terrazas que ya dan acceso a la parte superior de la sierra y viendo la hora que era, decidimos dar media vuelta. Sin duda se trata de un recorrido más recomendable para otra época del año.
Y al día siguiente, nos desplazamos a la boca norte del túnel de Bielsa para ascender al pico de Bataillance.
Es una ascensión corta y que nos viene bien porque no estamos en nuestro mejor momento de forma. Además es de los pocos sitios en los que hay nieve para poder calzarse los esquís.
El problema es que no es un pico demasiado solitario como a nosotros nos gusta, pero es nuestra mejor opción. A pesar de ello no seguimos la ruta normal y por tanto la ascensión resulta bastante solitaria. Tras comenzar la ascensión nos llama la atención la de gente que vemos escalando en el escaso hielo que hay y con unas temperaturas muy altas. Está claro que cada cual asume sus riesgos.
Ascendemos hacia el puerto de la Forqueta y camino de éste vemos un un bonito corredor de unos 150 mts y de 40-45º por el que suben dos personas y seguimos por esa ruta hasta ganar la cresta que con alguna pequeña trepada nos lleva a la cumbre del pico Bataillance, con lo que la ascensión resulta muy alpina y mucho más bonita que por la ruta normal.
En el descenso la nieve está costra y muy dificil de mover, así que hay que esquiar con cuidado porque está en las condiciones perfectas para lesionarse.
Ascendiendo el corredor
Se trata de un corredor muy sencillo
Y ya en la cresta
Con Punta Suelza y Fulsa de fondo
Cresteando
Sin duda no es buen sitio para estar en soledad...
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