Continua el veranito y seguimos pateandonos el piri. Esta vez nos dirigimos a Panticosa, para hacer dos duras montañas y que hace tiempo que planean por mi cabeza. Se trata de cimas secundarias a las que raramente acuden los excursionistas y montañeros. Sin duda se trata de las cumbres más salvajes y bellas de la zona.
La zona se encuentra salpicada de lagos e ibones, resultado de la ya pasada presencia de glaciares, extinguidos en su mayor parte.
Sus ascensos no son de alta dificultad, pero en ellas se realizan escaladas en las que hay que poner todos los sentidos. El fin de semana resulta genial.
Escalando en la zona final de Punta Zarra
Impresionante vista desde punta zarra
Atardecer sobre el Ibón de Bramatuero