VIAJE LAPONIA 2010

¡¡Y otra vez a coger un avión!!. Dentro de mi tengo un pequeño dilema, porque por un lado siento una cierta resistencia a cogerlo, pero por otra parte es una puerta abierta al mundo... y claro, ante el dilema, opto por cogerlo (y digo yo que a muchos les gustaría tener ese mismo dilema).
Y tras esas nos vemos en el aeropuerto de Estocolmo y rumbo al de Lulea, localidad situada en el punto más septentrional del mar báltico y a 160 km al sur del círculo polar artico. Y dando gracias al cielo de no haber perdido el vuelo que nos llevaba desde Madrid...
En ese pais si están preparados para la nieve y este fenomeno junto con el hielo no supone ningún problema en el aeropuerto.

En Lulea nos da la bienvenida un sol magnifico y el buen tiempo, que hace tiempo deben estar esperando los Luleienses o como se llamen. No nos va a abandonar los 3 días que estaremos allí, de lo cual daremos gracias en muchas ocasiones.
Y una vez allá tenemos un montón de actividades programadas, entre otras un original paseo en rompehielos.
El hielo se resquebraja en mil pedazos al paso del barco.
Este año ha nevado mucho en el lugar y la nieve se acumula en todas partes en ingentes cantidades
El "Curling", interesante deporte local.
"La petanca del hielo"
Y nos daños un paseo en moto de nieve, con el unico horizonte de los bosques boreales.
El horizonte no tiene final
Iglesia de Gammestad, del año 1492. El poblado alrededor está declarado patrimonio de la humanidad



En estos lugares ya no saben ni que hacer con tanta nieve
Hace tiempo que no salen de casa...

Imagen del bosque Boreal

La nieve se retira en camiones del centro de Lulea
Nuestro último atardecer Boreal, seguro que volvemos por estos parajes
¡¡Hasta la proxima!!

QUIMBOA ALTO 2196 mts.

Este invierno el tiempo nos está poniendo a prueba de los nervios y es dificil pilar buenos fines de semana. La abundante nieve ha dejado el piri cargado y el resigo de avalanchas es alto. Aprovechamos un pequeño espacio de sol en el transcurrir de los invernales días para escaparnos al valle de Ansó, que se ha convertido en nuestro refugio de este invierno (las ultimas salidas han sido por allí)

Son montañas suaves, sencillas y muy agradecidas donde disfrutamos del reconfortante sol invernal en un ambiente de gran soledad. La masificación del pirineo, mientras en las palas del chinebral de gamueta no deja de pasar gente, nostros recorremos bosques y valles en soledad.