Esta vez nos vamos a un lugar cercano, pero lleno de encanto y misterio. Esta montaña se subió por primera vez en el año 1796. Cuentan que con esa ascensión comenzó la conquista de los picos importantes del pirineo.
En esa montaña, cuenta la leyenda que la cima era habitada por una encantadora hada, Maithagarri, que habitaba en su palacio de plata situado en la cima. En tiempos pasados era una montaña sagrada, estando prohibido su ascenso por parte de los habitantes del valle de Lescun en Francia. Alguno que quiso escalarla estubo a punto de ser lapidado pero nosotros no tuvimos ese problema.
Se trataba de una montaña muy apartada y solitaria. En los tiempo actuales las carreteras, pistas de esqui y borreguismo constructor le han hecho perder parte de su encanto, pero sigue teniendo algo muy especial y mágico. EL lugar se asemeja en verano a un laberinto petrificado lleno de cuevas, simas y terrena karstico, pero en invierno la nieve lo transforma en suaves laderas de nieve comodas para caminar.
Nosotros no encontramos hadas, ni estuvimos apunto de ser apaleados, pero vivimos un día fantastico. Y si no, mirad las fotos.
El Anie queda en la lejanía, aun hay que atravesar la meseta Karstica de Larra
Imponente parte final del Anie
Desdela cima se aprecia la grandosidad del pirineo
El Arlas destaca en el descenso con su cima piramidal, la suavidad de sus aristas nos cautivan y decidimos subir
Cerca de la cima la pendiente se incrementa
Ya bajando de la cima, el viento arrecia, estamos cerca del coche, el día ha sido genial.