¡¡El Pirineo parece un cristal de hielo!! y la verdad es que hay que redoblar la atención en la ascensión de cualquier pico. Ha nevado muy poco y la nieve está congelada, con una costra de rehielo importante. De hecho alguno de nosotros no nos libamos de un tonto resbalón que da con nuestros huesos en el suelo.
Nuestra intención es aprovechar para escalar el corredor Noreste del Bisaurín, que ya ascendí el año pasado, pero las escasas nevadas no han dejado practicamente nieve en la cara norte, por lo que desde el collado de Secus optamos por subir el cercano Puntal de Secus.
En el descenso disfrutamos de un paisaje poco habitual ya que en la ruta de descenso todo brilla como un espejo, lo cual no deja de ser una maravilla, pero ojo, que el hielo es traicionero... ya lo hemos comprobado.
Ahí van unas fotillos de la salida, CHAO!!.
Nieve cristal subiendo al collado de Secus.
Subiendo al puntal con la cara Norte del Bisaurín de fondo.
En Francia siempre está quemando algo...
Los crampones clavan lo justo y necesario.