Ultimamente tengo un poco desatendido el Blog y me tengo que poner un poco al día, porque aunque no he publicado nada últimamente, hemos seguido realizando actividad desde nuestra última incursión en la ruta de Pas D´Aran.

Y nuestros pasos nos han llevado a muchos lugares del Pirineo, con distintos amigos. Cada cual con sus motivaciones y proyectos, pero en todos los casos ha sido un placer disfrutar de esos lugares con ellos.

Porque si hay algo que nos gusta disfrutar cuando vamos a la montaña, es de la amistad.


 Montañas de Lescun y Midi D´Ossau desde el Garmo Negro


 En la cima del garmo Negro

Con Gorka asciendo el tantas veces visitado Garmo Negro. De ese día me quedo sin duda con la jarra o jarras de cerveza que nos tomamos en la terraza de la casa de Piedra, charlando, sin prisas ni agobios, una gozada vamos, en un día de auténtico veroño.



Con el amigo Francis, nos escapamos a las peñas de Petruso desde Acumuer, un sitio solitario y precioso en la cara sur de Peña Telera en el que se puede respirar paz, si no coincides con una batida de caza como nos ocurrió a nosotros.

Es lo que tiene el otoño, pero fueron una gozada también, los ratos charlando con el amigo Francis, que tanto sabe apreciar a la montaña y la compañía de sus amigos.

Por supuesto también dimos cuenta de unas buenas cervezas suministradas por Francis, en otro día que más pareció de verano que de otoño, a pesar de que ya casi no quedaban hojas en los árboles.


 Sabiñanigo desde la zona de Petruso


 La nieve ya aparece pero muy tímidamente en las alturas

 Placida senda


 Con el amigo Francis, al fondo Peña Telera


 Panorámica desde el Petruso


 Vignemale en la lejanía


Y con Javier Camacho y Eliot, hacemos una escapada express para hacer un Bisaurín al atardecer. Una gozada, pero imposible no acordarse del frío que pasamos. Aquí la cerveza también cayó, aunque ya no a la intemperie sino al calor de un bar.

El ambiente ya está cambiando y se huele ya la cercanía del invierno.

Sin duda lo mejor del día el precioso atardecer y la llegada a cumbre, en plena oscuridad y disfrutando de las luces de los pueblecitos situados en toda la cuenca del río Aragón, una imagen espectacular.


 Atardecer

 El amigo Javier, con las últimas luces.


También nos escapamos otro fin de semana a un lugar nuevo para nosotros, la Sierra de los Verdes. Una dura jornada de sol a sol, en la que los únicos seres que nos encontramos fueron los sarrios, además de disfrutar del vuelo de algún que otro quebrantahuesos.

Uno de esos días que quedan sin duda en la memoria.








 Cotiella de fondo


 Bajando el circo de Gurrundé





 Ultimas luces en peña Montañesa


Y en terreno invernal entramos, recientemente con Eneko y Koldo. Realizamos una corta incursión al valle de Brazato, aunque la nieve no estaba para grandes cosas. Abortamos la ascensión por la presencia de numerosas placas de viento.

Las nevadas son recientes y el manto nivoso está muy inestable, así que otro día será.





Ventisca hacia el Tablato


 Eneko, en plena ascensión


Entre medias también aprovechamos para hacer una fugaz escapada a los alpes, al macizo de Ecrins, pero no es buen momento con recientes nevadas y no podemos hacer gran cosa.

Eso si, podemos disfrutar de la impresionante visión de la cara norte de la Meije,  que sin duda es una de las paredes más espectaculares de los Alpes. Volveremos allí pero en un momento más propicio...

Aprovechamos, eso si, las bajas temperaturas inferiores a los -10ºC para probar unas nuevas botas de expedición que ya estamos deseando probar en su terreno...


 Cascasone


 Meije al amanecer





Ascendiendo hacia el refugio de Aigle.






Pass d´Arán

Aprovechando el puente, nos vamos al valle de Aran y el alto Ariege para disfrutar del otoño. Ya tuvimos la suerte de disfrutar de esos lugares años atrás en época invernal y esta vez nos vamos para realizar la travesía circular de Pass d´Aran. 

Es una travesía de 5 etapas que recorre lugares solitarios y muy bonitos. No tiene la espectacularidad de otros lugares del Pirineo, ya que el paisaje es más suave y amable, pero a cambio recorremos lugares solitarios y con bastante encanto.

Realizamos la travesía en 3 días con etapas bastante largas y exigentes, recorriendo valles, ascendiendo collados y algunas cimas y en definitiva disfrutando del color del otoño. 

En esta época del otoño los refugios no están abiertos entre semana o por lo menos nosotros los encontramos cerrados exceptuando la Maison de Valier, pero de todas formas queríamos hacer la travesía de manera totalmente autosuficiente, saboreando más si cabe este rincón del Pirineo.


 Saliendo de Montgarri

Salimos del santuario de Montgarri y ascendemos al Pico de la Barlonguera. Una subida dura y exigente para comenzar que se desarrolla fuera de sendero por fuertes pendientes de hierba y piedras.


Ascendiendo por el barranco deth Milh hasta el cuello del mismo nombre

 
Barranco de Milh


 Pico de la Barloguera





Desde el pico de Barlonguera, recorremos el cresterío para juntarnos con el camino balizado de Pass d´Arán que coincide en varias ocasiones con otros senderos como el GR10.



El Valier desde la cresta del Barlonguera


 Hacia el refugio de Estagnons



Pasamos junto a magníficos lagos naturales, como éste bajo el Valier



Cruzando un collado bajo la cara norte del Valier






En la parte francesa encontramos bastantes cabañas de pastores en buen estado y con ricas fuentes de agua fresca, lo cual se agradece mucho.



 Pequeño refugio libre antes de bajar hacia la Maison de Valier


 Pasamos muchas horas del día realizando travesía y cruzando valles y collados






Terminamos el día rendidos


El segundo día salimos de las cercanías de la Maison de Valier rumbo hacia Eylie, en una etapa que ya de por si es larga, pero que vamos a extender un poco, porque queremos llegar hasta las minas de Ventalhor


 Comenzamos por un formidable hayedo



Primeras luces en el hayedo


 Primer collado del día



 Formidable el otoño en el val de Orle, bajo el Mahl de Bolard


 Y segundo ascenso del día, otravez por un frondoso hayedo


Helechos ya secos tras un seco y cálido verano


 Llegando al Port deth Aret





Los días están siendo casi veraniegos, aunque al amanecer y al atardecer baja la temperatura. El monte está muy seco y los colores amarillentos y ocres invaden gran parte de la montaña, especialmente en la vertiente sur. En la parte francesa el color verde lucha por imponerse.





Llegamos a Eylie cansados, pero aun nos quedan 1000 metros de ascenso.


 Junto al refugio de Eylie



Eylie


Subiendo hacia las minas de Ventalhor podemos escuchar en el fondo del valle el sonido de la berrea mientras vemos el atardecer. El valle queda bañado por una luz otoñal mientras escuchamos de fondo el reclamo de los ciervos.

Sin duda un momento único e irrepetible, viendo como los últimos rayos inciden en la cima del Pic de Mauberme, uno de los gigantes de la zona.


 Cerca ya de las antiguas minas de Ventalhor.


Por la noche escuchamos el sonido de varios ciervos cerca de la tienda.

En este lugar el ambiente es mucho mas seco que el que tuvimos en el valle junto a la Maison de Valier y podemos dormir más cómodamente, rodeados de los antiguos edificios de las minas, ya en desuso desde hace muchos años.



Amanecer





El trekking recorre antiguos caminos que en otros tiempos fueron de minería o contrabando, e incluso durante la guerra civil en España, fueron una vía de escape para los exiliados que escapaban por el Pirineo. Cuantas historias se habrán vivido por estos lugares...


 Antiguas minas de Ventalhor


El tercer día terminamos la circular, desde las minas de Ventahor hasta Montgarri. Después de la dureza de los dos primeros días, esta etapa se nos hace más corta a pesar de ser también bastante larga. O igual es que nuestras piernas ya se han acostumbrado a la larga caminata de los días anteriores.

Disfrutamos de un día con un perfil más suave y aprovechamos para ascender el pico de Hourquette.



Pic de Hourquette al amanecer



El macizo del Aneto desde el Hourquette



Gran hito en la cima



Ya en vertiente sur tonos ocres


Tras un verano y otoño seco





 Y dejamos el Mauberme detrás


Después de 3 días en los que hemos estado prácticamente solos en la montaña llegamos a Montagarri que está plagado de gente disfrutando de este Veroño tan raro.

Los árboles van cambiando de color y se quedan desnudos y para cuando nos queramos dar cuenta todo estará teñido de blanco...