Después de nevada tras nevada, nos encontramos que ya se ha pasado el invierno y de repente y casi sin querer nos encontramos en pleno verano. Así que para terminar con buen sabor la temporada de piolos, nos vamos a la cara norte del Monte Perdido.
Hace mucho calor así que decidimos subir desde Pineta del tirón, saliendo muy temprano. Tan temprano como que a las 23:30h de la noche ya estamos andando. La subida se hace muy llevadera con el frescor de la noche y en poco más de 3 horas nos plantamos en el Balcón de Pineta.
De ahí a la base de la norte queda poco y a mitad del primer corredor nos sorprende la luz del alba en el horizonte.
La nieve se mantiene bastante dura durante las horas nocturnas y subimos bastante rápido y sin asegurar. En el último corredor ya nos calientan los primeros rayos de sol y encontramos un tramo ya sin nieve (normal a final de temporada) donde ponemos mucha atención por la mala roca que presenta.
A las 7:00h estamos en la cima. Ha sido una ascensión que en el tramo final se ha hecho dura, pero preciosa y buen colofón para esta temporada, en la que no hemos podido hacer mucha montaña.
En el glaciar intermedio una vez superado el primer corredor
Amanecer con la Munia de fondo
Primeros rayos de sol incidiendo en la montaña, comenzando el último corredor de la ruta
Tras la escalada en terreno descompuesto cogemos las últimas lenguas de nieve
Saliendo de las últimas fuertes pendientes, con la cara Norte ya a nuestros pies
Amanecer sobre el valle de Pineta
Panorámica hacia Pineta con el Soum de Ramond en primer término y la sierra de los Verdes y Cotiella de fondo
Últimas pendientes a la cumbre
Panorámica hacia Pineta
En la cumbre del Monte Perdido disfrutando de buenas vistas
Bajo la cara Norte del Monte Perdido
Embudo final en el acceso al Balcón de Pineta
Descendiendo del Balcón de Pineta
El camino del balcón de Pineta se muestra como siempre espectacular
Al día siguiente necesitamos un lugar en el que soltar un poco las piernas de la dura jornada anterior y encontramos el lugar perfecto en el pico de Bataillence, donde realizamos un recorrido circular subiendo por el ibón de Salcorz y bajando por el antiguo puerto de Bielsa.
Un terreno muy diferente al del día anterior y donde disfrutamos de una relajada jornada de montaña.
En algunos lugares aflora el color rojizo del abundante hierro que contiene el subsuelo y que arrastran las aguas
Cresteando entre el pico Salcorz y el Bataillence
Descenso a la boca sur del túnel de Bielsa por el barranco de Pinara
Un fin de semana perfecto en el alto valle del Sobrarbe.