Este invierno el tiempo nos está poniendo a prueba de los nervios y es dificil pilar buenos fines de semana. La abundante nieve ha dejado el piri cargado y el resigo de avalanchas es alto. Aprovechamos un pequeño espacio de sol en el transcurrir de los invernales días para escaparnos al valle de Ansó, que se ha convertido en nuestro refugio de este invierno (las ultimas salidas han sido por allí)
Son montañas suaves, sencillas y muy agradecidas donde disfrutamos del reconfortante sol invernal en un ambiente de gran soledad. La masificación del pirineo, mientras en las palas del chinebral de gamueta no deja de pasar gente, nostros recorremos bosques y valles en soledad.
Precioso, ummm. Me fijé en esta ruta hace unos años al hacer Txipeta desde Linza. ¿Hicisteis la cresta, verdad?
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