Las fechas en las que vamos a viajar nos condicionan la montaña que vamos a intentar ascender, ya que en Himalaya y dependiendo del periodo en el que se viaje, algunas montañas son prácticamente inaccesibles. Finalmente optamos por el Shisha Pangma, donde intentaremos ascender a su cumbre principal siguiendo la ruta abierta por Iñaki ochoa de Olza en el año 2006. Se trata de una ruta que en los últimos años se está convirtiendo en una clásica para ascender a la cumbre principal, ya que la que siempre se ha considerado normal, muy pocas veces se encuentra en condiciones por el riesgo de avalancha y la acumulación de nieve que presenta.
Shisha Pangma desde el campo base
Así que nos vamos rumbo a Kathmandu donde llegamos tras 24 horas de viaje y allí descansamos y realizamos las últimas gestiones antes de salir rumbo al Tibet.
En Kathmandú no es fácil encontrar la paz y la tranquilidad que tanto buscamos en nuestras montañas y de hecho es un auténtico kaos, de donde rápidamente queremos escapar, pero este año tendremos que pasar allí algún día extra debido a las gestiones que debemos realizar antes de salir para el Tibet. Las gestiones a realizar cuando se visita China siempre son un poco más engorrosas.
Además este año, en agosto de 2014, el fuerte monzón que azotó Nepal, provocó una gran avalancha en la zona por la que tenemos que viajar a Tibet provocando varios cientos de muertos y tanto el pueblo que había en la zona de la avalancha, como la carretera y el resto de instalaciones, resultaron arrasadas y no tenemos muy claro si será posible pasar por allí...
Kathmandú, ciudad verdaderamente caótica
Pero también muy bella, aprovechamos para hacer un poco de turismo
Tras pasar 4 días en Kathmandú, y una vez que Mingma Sherpa, jefe de la agencia Himalayan Wanderer ha preparado todas las gestiones necesarias, salimos en vehículo privado hacia la frontera entre Nepal y China en la localidad de Kodari. Durante el recorrido, llegamos al punto en el que se produjo la gran avalancha en el mes de agosto y tras un primer momento de incertidumbre en el que los militares nos cortan el paso, bajamos del vehículo y salimos andando por un camino alternativo abierto unos días antes... Parece que andando si podremos pasar, lo cual es un gran alivio para nosotros. El espectáculo allí es desolador. Podemos comprobar como unos 700 metros de montaña se han venido abajo arrasando todo a su paso. De hecho hay muchos desaparecidos y muchos de los cuerpos de la gente que allí vivía no se han encontrado ni se encontrarán nunca.... La avalancha ha taponado el valle y se ha formado un gran embalse en el lugar.
Dejamos atrás Kathmandú y el Manaslu aparece al fondo sobre la ciudad como un fantasma...
La zona de la avalancha se encuentra arrasada
Camino alternativo en compañía de Mingma Sherpa, que supo solucionar todos los problemas que iban surgiendo con rapidez...
Algunas casas han quedado en el borde de la avalancha...
Grande máquinas trabajan en el lugar para quitar los escombros y permitir que el agua embalsada vuelva a correr...
La zona quedó anegada de esta manera...
De Kodari pasamos la frontera china, después de las impertinencias y malas caras de los militares chinos, que están muy preocupados preguntando cual es el contenido de los libros de lectura que llevamos... No vaya a ser que alguno trate o hable aunque sea de lejos de un tal Dalai Lama, un tipo que debe ser muy peligroso. Cruzando el puente que separa Nepal y China uno se pregunta viendo las caras de los militares chinos, como se puede llamar a ese lugar "puente de la amistad". Una vez en China, nos obligan a pasar noche en la localidad de Zhangmu, con lo que en todo el día de hoy podemos decir que hemos avanzado como 2 km en linea recta. Queremos llegar cuanto antes al Tibet para comenzar con la aclimatación, pero contra los chinos no se puede luchar y debemos pasar esa noche y perder otro día... Al día siguiente salimos para Nyalam, que sería como quien dice la puerta de entrada al Tibet.
En Nyalam ya podemos hacer algunas incursiones en la montaña y aprovechamos que es lugar de parada obligada para hacer un par de excursiones con nuestros amigos guipuzcoanos y acelerar la aclimatación, llegando casi a los 5000 metros.
Mujer Nepalí en Kodari
Casas en Kodari vistas desde el lado Chino
Ya pasada la frontera en el lado Chino...
La localidad de Zhangmu
Nyalam
Montañas entorno a Nyalam
Aprovechamos para aclimatar en el lugar...
Y mover un poco las piernas
Con XAVI, PEDRO Y OIER
Banderas de oración a casi 5000 metros
Pico cercano a Nyalam
Y tras los dos días de obligada parada en Nyalam, donde nuestra cocinero sherpa, Pasang, compra las últimas provisiones antes del campo base, salimos en un todo terreno rumbo al campo base chino... Nos despedimos con cierta pena de nuestros amigos guipuzcoanos y nos deseamos mucha suerte... A la vuelta los veremos, esperemos que con buenas noticias que contarnos... La carretera que nos lleva al Tibet está asfaltada, nada que ver con la que recorrimos hace 10 años. Está claro que la ocupación china ha tenido sus efectos y no hay mal que por bien no venga... La carretera sube desde los 2000 metros a los que se encuentra de Zhangmu, hasta los 5000 mts del collado que hace de puerta de entrada al Tibet.
De Nyalam salimos en un todoterreno rumbo al campo base, pasamos por pequeñas aldeas en los que los lugareños cultivan fundamentalmente cereal, como las de la imagen
La carretera se va acercando al Tibet y el paisaje se vuelve frío y árido
Pasamos un collado a 5000 metros
Autobús llegando a la meseta del Tibet
Carreteras a ninguna parte
Y llegamos al campo base chino... Donde ya dejamos el vehículo
Rodeados de lejanas y grandes montañas
Y por fin llegamos al campo base chino. Después de muchos días de viaje y preparativos comienza la auténtica aventura... El campo base chino se situa a 5000 mts en una preciosa pradera, con el Himlaya como telón de fondo, con un paisaje espectacular.
El atardecer nos deja una estampa preciosa del Shisha...
Shisha Pangma: Su nombre en tibetano podría tener varios significados, pero sin duda el más literal sería, "cresta sobre la pradera"... Si bien hay otras traducciones, como la que hace referencia a una leyenda, que cuenta que un año de mucha dureza con grandes nevadas, muchos animales murieron en el lugar y los habitantes de la zona tuvieron que alimentarse de la carne de animales muertos (Shisha) y de los restos de la malta con la que se fabrica la cerveza (Sbangma).
Su nombre en sánscrito, Gosainthan haría referencia al "lugar en el que habita el Santo" o "morada de Díos"... Para los budistas e hinduistas las grandes montañas tienen un carácter sagrado y en ellas habitan las divinidades...
Los paisajes en el Tibet tienen unas dimensiones espectaculares
Nube de tormenta creciendo junto al Shisha
Ya por la noche, la luna llena ilumina el Shisha Pangma, por la mañana saldremos rumbo al campo base, del que nos separa una distancia de 18 km.
La aproximación al campo base del Shisha se realiza trasladando el equipaje a lomo de los Yaks... Se trata de unos animales muy fuertes y resistentes, adaptados al frío y la altura, pero muy tercos y con pocas ganas de colaborar para trasladar nuestra pesada carga... Supongo que nosotros haríamos lo mismo....
Después de algo menos de 6 horas, llegamos al Campo base del Shisha Pangma, situado a 5650 mts de altura y donde pasaremos los próximos 22 días. Tras la llegada, pasamos 3 días descansando y realizando pequeñas caminatas, antes de salir rumbo al campo 1, una vez que consideramos que el cuerpo se encuentra aclimatado para ello.
Las expediciones que han llegado antes que nosotros a la montaña, van equipadas con esquís y ya han equipado los campos 1 y 2, pero en general se puede decir que hay muy oca gente en la montaña y hasta el momento, estamos en el campo base menos de 25 personas.
Según nos informan hay mucha nieve en la parte alta de la montaña y parece que el ascenso va a ser duro...
El campo base se sitúa en los bordes de una gran morrena glaciar...
Pináculos o penitentes de hielo desde el CB
Lengua glaciar desde el CB
CB
El Shisha oculto por las nubes
Nuestra casa los próximos 22 días
Tal y como nos comentaron podemos comprobar por nosotros mismos que hay mucha nieve en altura... La subida al campo 1 se realiza recorriendo una gran distancia hasta el pie de la montaña... Son entre 2 y 3 horas, pero se hacen muy largas por lo incómodo del terreno, muy pedregoso. Una vez allí, donde se acaba la incomoda morrena llena de piedras, hay que cruzar una zona de glaciar llena de grandes pináculos o penitentes de hielo, que cuesta entorno a otra hora atravesar y que resulta bastante dura, especialmente por la pesada mochila que llevamos. Después de eso nos introducimos en un glaciar que va ganando pendiente y que nos lleva hasta el campo 1. Pero antes de llegar allí, hay que atravesar un terreno con bastantes grietas, en el que no encontramos ni huella, ni cuerdas fijas, ni otro tipo de traza para ayudarnos en nuestro camino... Buscamos los pasos correctos y cruzamos grietas continuamente. Probamos por un lado... por el otro... y después de varias horas de mucha tensión, llegamos a la explanada del campo 1, donde montamos la tienda... Pasamos la tarde derritiendo nieve, comiendo algo e intentando descansar, difíciles tareas en estos lugares...
Glaciar que debemos cruzar y que es tremendamente incómodo...
Continuas subidas y bajadas en el glaciar
Al fondo asoma la cima del Shisha
Nos encordamos y subimos por el glaciar hacia el campo 1
Imagen del campo 1 a 6300 mts de altura
Dormimos en el campo 1 y puesto que hemos pasado buena noche, decidimos subir a montar el campo 2, bajando nuevamente a dormir al campo 1. La subida al campo 2 tiene una ligera inclinación inicial tras lo que se llega a un plateau completamente plano de aproximadamente 1 km de largo y tras éste, viene la subida más dura, una pendiente de unos 600 metros de desnivel en la alto de la cual se encuentra el campo 2. En la subida al campo 2 tampoco encontramos la traza de la ruta ya que no ha pasado nadie caminando y nos hundimos bastante en la nieve, encontrando bastantes placas de viento. La temporada no está dejando mucha nieve, pero el viento, que si sopla con constancia, acumula mucha nieve en algunos puntos y hay que abrir huella haciendo muy dura la subida. Sobre los 6700 metros nos vemos inmersos en una fuerte niebla y no sabemos a ciencia cierta donde se encuentra el campo 2 y dejamos la tienda montada a unos 7000 metros en un punto que consideramos que tiene que ser cercano al campo 2. Bajamos al campo 1 y nuevamente ponemos en marcha la dinámica en los campamentos de altura, derretir nieve, preparar algo de comida y descansar.
Ascenso al campo 2, entre algunas placas de viento
Antes de que la niebla nos engulla...
Y otra vez en el campo 1
Pasamos la noche otra vez en el campo 1 con buenas sensaciones a pesar del intenso frío y volvemos a subir al campo 2, esta vez con idea de pasar noche a 7000 mts, con lo que terminaríamos la aclimatación. En el campo 1 preparándonos para salir coincidimos con el alpinista Ueli Steck y su mujer Nicole que ascienden con esquís y con los que compartiremos la subida al campo 2, donde también van a pasar noche. Subimos para arriba por el mismo camino que recorrimos el día anterior y nos dirigimos al punto en el que dejamos nuestra tienda y el resto del material. El viento vuelve a soplar al acercarnos a los 6800 metros y también entran nubes que nos engullen como el día anterior... pero sabemos donde está el campo 2 y tras recoger las cosas que dejamos el día anterior, nos dirigimos al campo 2, donde instalamos nuestra tienda. Llegamos temprano, hemos ascendido rápido y podemos pasar la tarde bebiendo, comiendo y descansando y al atardecer el Shisha Pangma nos ofrece fantásticas vistas aunque con un frío muy intenso. En esas condiciones la verdad es que no apetece ni salir a hacer unas fotos, pero hay que hacer un esfuerzo. Estamos en un balcón con impresionantes vistas al Tibet y la cima del Shisha parece cercana y accesible...
Subiendo al campo 2
Ueli Steck y su mujer Nicole cruzando una gran grieta camino del campo 2
El Shisha Pangma desde el campo 2... "Solo" quedan 1000 metros a la cima...
Solo hay montadas 3 tiendas en el Campo 2, incluida la nuestra
Y mientras tanto los integrantes del equipo Dynafit están inmersos en su primer intento a cima y se dirigen en la pala del fondo hacia el campo 3... Este equipo sufrirá un fatal accidente en su segundo intento a cima...
El campo 2 es un impresionante balcón al Tibet
Gran plateau hacia al campo 3 y cima del Shisha Pangma Central
Con Ueli y Nicole, grandes personas y todo un placer conocerles...
Ueli y Nicole caminando en la inmensidad
Bajando hacia el campo base con el Shisha central de fondo
Bajando hacia el campo 1
En el campo base
Las personas que han ascendido hasta el campo 3 dicen que hay mucha nieve. El equipo Dynafit que intentaba cima mientras nosotros descendíamos ha tenido que bajar por el alto riesgo de avalanchas... Pero para nosotros todo va viento en popa y mejor de lo que podíamos imaginar.
Pero en estos lugares, las cosas siempre se pueden torcer... El 25 de septiembre hay una ventana de buen tiempo, ya que el viento va a dejar de soplar en altura y el equipo Dynafit va a intentar la cima. Todos sus integrantes van con esquís y el suizo Ueli Steck les va a acompañar también con esquís, pero nosotros vamos andando y no tiene mucho sentido subir solos hundiéndonos hasta la cintura... Decidimos quedarnos en el campo base para esperar a ver en que condiciones se encuentra la parte superior de la montaña y está claro que la decisión ha sido correcta...
El día 25 de septiembre, cuando el equipo Dynafit y Ueli se encuentran cerca de la cima, se produce una avalancha de placa que arrastra a Sebastian Hagg, Andrea Zambaldi y a Martin Maier. Los dos primeros nunca aparecerán, mientras que Martin Maier, tras pasar muchas horas inconsciente, consigue alcanzar el campo 3 y baja al campo base con ayuda de los sherpas que suben a ayudarle... Los que allí estábamos consideramos todo un milagro que sobreviviera...
La montaña está muy peligrosa y con mucho pesar decidimos renunciar a intentar la cima, al igual que el resto de los montañeros que se encuentran en la montaña... Creo que alcanzaremos la cima, pero tendrá que ser en otra ocasión... Este otoño el Shisha no nos ha dado opción...
Subimos a recoger nuestras cosas y abandonamos con pena el lugar... El Shisha nos ha enseñado su lección...
Los Yaks regresan, esta vez para descender...
Despedida del campo base
Bajando a la planicie del Tibet
Vista del Shisha pangma en el camino de regreso a Kathmandú
Última visión del Shisha antes de abandonar el Tibet
¡¡ SEGURO QUE VOLVEREMOS!!!
Muy, muy, muy pero que muy guapo. Hacia tiempo que no disfrutaba con un post así en internet. No hay palabras.
ResponderEliminarGracias Pau... Es que el himalaya es así... Una pasada
Eliminarimpresionante cronica... esto ya es caviar del bueno... la fotos de la ostia y el texto te mete de lleno en la travesia... flipando... un 10
ResponderEliminarGracias Francis! Me alegro de que te guste. La próxima ya sabes... Te vienes de masajista! Jeje... Un abrazo!
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