Resulta imposible dejar de mirarlo. El Cervino o Matterhorn atrae nuestra mirada como si fuese un imán y nunca desaparecen las ganas de pisar algún día su afilada cima... Y es que en la vida, es fundamental tener siempre muchos... Quien sabe, quizás algún día pase a formar parte de una larga lista de buenos recuerdos.
A ver muchacho, que te ronda por la cabeza esta vez??
ResponderEliminarPara cuando esta aventura?
ResponderEliminarSubir el Cervino... un sueño pendiente. Quien sabe... sin duda cuando haya tiempo para ello...
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